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domingo, 4 de marzo de 2012

La distribución de filmes se vuelve competitiva

Una competencia comercial entre Cine Center y Multicine en La Paz hace que el público de Santa Cruz tenga mayores opciones en la cartelera.
Las gestiones de la distribuidora de películas Multicine, propiedad del complejo paceño del mismo nombre se suma a la oferta de las tradicionales intermediarias Manfer Films, United Internacional Pictures (UIP), Trade International Movie (TIM) y Londra Films.
“Multicine se caracteriza por traer a Bolivia títulos de cine independiente, procurando mantener un estándar de calidad desde el 2010”, explica Eduardo Calla, ejecutivo de la distribuidora que trajo al país cintas como la nominada al Oscar La dama de hierro o la ganadora como mejor película extranjera 2010, El secreto de sus ojos.
Rodrigo Rebollo de UIP, que distribuye películas de los estudios Universal, Paramount, Nickelodeon y Dreamworks ve con buenos ojos el dinamismo en la cartelera. “Somos tan pocos en Bolivia que no hay una competencia agresiva. Nos importa más que haya más público en las salas, lo que genera fidelidad”, dice Rebollo. UIP importa al país entre 30 a 45 películas anualmente.
Alexis Saravia, de Manfer Films, que tiene bajo su tutela títulos de Warner Brothers, 20th Century Fox, Sony Pictures y Walt Disney Studios, afirma que el público gana con una cartelera enriquecida. “Porque así se lo hace más amante del cine y se contrarresta la piratería”, señala.
Por su parte, José Luis Gómez, ejecutivo de TIM, distribuidora del grupo Grentidem del cual son parte los Cine Center del eje troncal boliviano, sostiene que el negocio está más atractivo aunque identifica la amenaza de que se sature el mercado. “Trabajamos con cine independiente”, sostiene Gómez. TIM opera desde 2005 y es responsable de la exhibición de las películas ganadoras del Oscar Zona de miedo (2009) y Crash (2005).
Mariela Menacho, gerente del cine Bella Vista alega que la distribución de las cintas no es justa. “Siempre hemos sufrido discriminación por parte de estas empresas. Hubo temporadas en que teníamos un estreno en todo el mes, porque no querían vendernos los derechos”, denuncia.
Según Menacho, el Cine Bella Vista con la apertura de nuevas salas de cine en Bolivia hizo que la cartelera se engrose. Lo que se percibe es que hay más títulos en oferta.

En la pantalla

Las copias de películas son importadas en 35 milímetros y la calidad depende del recorrido que estas hubieran tenido desde su estreno, por lo general, los grandes estudios envían a Bolivia copias nuevas o después de su proyección en Perú.

La inversión para importar una copia es de $us 2.000 (por cada copia). Dependiendo de la película, al país llegan entre 10 a 2 discos.

En Bolivia hay 85 salas de cine comerciales, 12 de ellas son digitales (3D) y hay 18 teatros donde se proyecta cine.

La distribuidora Yaneramai, que está dirigida por Marcelo Cordero anunció que reiniciaría operaciones desde este año. Tiene como mercado el cine latinoamericano.

El precio de las entradas a las salas lo dispone cada cine, en función al costo que cobran las distribuidoras de filmes.

La empresa más veterana en este negocio es Manfer Films con 26 años.

Opiniones

César Morón
Productor audiovisual

“Pasa la temporada del Oscar o de los festivales importantes y nuevamente la cartelera se copa con una oferta comercial.
En todas las salas se muestra lo mismo, tampoco hay un espacio alternativo. Pero esto sucede en todos los países del mundo, las carteleras son únicas en todo el mundo por la globalización. Los cinéfilos que buscamos ‘el otro cine’ no tenemos un reducto”.

Alejandro Fuentes
Director del Fenavid

“Considero que hay más opción de lo mismo. Si bien hay más salas de cine y empresas distribuidoras, aún no hay una apertura a un cine diferente.
No sé si a estas casas les interesa el cine como arte, al parecer tienen una concepción comercial. Siento que el público apasionado por el cine no satisface su demanda de propuestas alternativas, aunque hay algunas buenas señales”.

J. Manuel Ijurco
Director académico de Diakonía
“La cartelera responde a un sentido comercial de la industria cinematográfica, no está sincronizada a la producción del continente, por ejemplo. No hay espacios para cintas asiáticas o iraníes que son las grandes ganadoras de festivales. No está mal que la industria maneje propuestas masivas, pero es una ausencia que interfiere al cine independiente. El cine latino no llega”.

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